NovedadesMicroservicios: assessment y tecnologías de orquestación

Microservicios: assessment y tecnologías de orquestación

Uno de los errores más comunes a la hora de implantar una nueva tecnología es pensar que es “café para todos”, ya que cada caso, compañía o necesidad son distintas y hay que valorar los condicionantes de forma particular. Este assessment o evaluación inicial es fundamental no solo en grandes proyectos de innovación, también en los desarrollos de aplicaciones y en los cambios de arquitectura. Además, se deben de tener en cuenta los aspectos relacionados con las tecnologías de orquestación y administración.

Por un lado, el elevado coste de infraestructura, el mayor tiempo de desarrollo y la dificultad para escalar de las aplicaciones monolíticas está provocando una evolución hacia un nuevo paradigma sustentado en microservicios. Por otro, una arquitectura basada en microservicios permite evolucionar las aplicaciones de forma más dinámica y tener los proyectos disponibles en días o semanas.

El acceso a estas ventajas pasa también por un cambio en la manera de trabajar con las tecnologías, en las que el enfoque DevOps es una necesidad de obligada consideración. Los microservicios son más complejos de desplegar, pero DevOps hace posible la operación y la monitorización, evitando los cuellos de botella y conociendo en todo momento qué está sucediendo. Esta visión en tiempo real está íntimamente relacionada con cómo se han de utilizar las distintas tecnologías de desarrollo.

Muchos de los fracasos en proyectos de microservicios se producen porque, además de faltar el assessment, no se utiliza la tecnología más adecuada. Integrar una arquitectura monolítica en su totalidad en un microservicio no permite el máximo aprovechamiento de la infraestructura. Un buen análisis, la utilización de DevOps y herramientas de backup u orquestación, como Tanzu de VMware o Kasten K10 de Veeam, mejoran la gestión de esa infraestructura que hay que desplegar.

En el caso de Tanzu, esta ofrece prestaciones que capacitan al equipo de operaciones para aprovisionar, gestionar, conectar, proteger y observar una plataforma de Kubernetes multinube. Además, ayuda a crear e implementar cargas de trabajo en contenedores a cualquier nube, de forma continua y segura, al automatizar las tareas de seguridad y conformidad gracias a un sistema de producción preestablecido.

Por su parte, Kasten K10 aporta un paso a producción más rápido, un interfaz sencillo de backup y un proceso de recuperación orientado a entornos de microservicios y contenedores, utilizando APIS específicas, habilitando la portabilidad de aplicaciones y funcionalidades de Disaster Recovery. Es una solución sencilla de instalar y configurar que permite un backup completo.

Como decimos, las soluciones basadas en Kubernetes permiten dar servicio a clientes complejos. Como ejemplo, una empresa con 2.000 dispositivos concurrentes, cuyos usuarios visitan 20.000 dominios al mes, generando una media de 10 millones de señales al día, con un tamaño de poco más de 90 GB a la semana. Con una tecnología básica no se puede asumir esta telemetría.